sábado, 30 de julio de 2011

“Captain America: The First Avenger” [“Capitán América: El Primer Vengador”] (2011) de Joe Johnston.


El último vengador

Por fin, después de cuatro películas, ya están completos los vengadores. Como mencioné en la entrada de Thor, el proyecto The Avengers surgió en el 2008 con el estreno de Iron Man de Jon Favreau y The Incredible Hulk de Louis Leterrier. Después de esas dos películas poco, o nada, se habló de los superhéroes que faltaban: Thor, Capitán América, Black Widow, Hawkeye y Ant Man. Lo que en esos años importaba era la siguiente película de Iron Man y punto.

En el 2010 llega a los cines Iron Man 2 y entonces sí, los fans empezaron a preguntar, primero, por los actores que interpretarían al resto de Los Vengadores. Scarlett Johansson fue la primera incógnita resuelta, ella interpretaría a Black Widow (Viuda Negra); después, al saber que no habría películas para Hawkeye y Ant Man, se comenzó a preguntar quiénes serían los actores que interpretarían a Thor y al Capitán América. Cabe aclarar que al ser dos superhéroes con una popularidad baja, la elección de actores no tuvo la presión de Hulk e Iron Man.

En particular, el casting del Capitán América fue lo que llamó la atención de la prensa y de los interesados en el proyecto de Marvel Studios. El primer nombre que se filtró fue el de Will Smith, lo que provocó que este asunto se volviera lo relevante del filme; sin duda, hubiera sido osado poner a un Capitán América negro, pero el impulso Barack Obama no fue suficiente para que esta broma se convirtiera en realidad. Otros “actores” que se proponían para el papel eran Vin Diesel y Dwayne Johnson. En realidad con estas opciones, los productores empezaron a ponerse nerviosos, pues, el rodaje estaba a punto de iniciar y no había actor que los convenciera para realizar el papel de Steve Rogers.

La solución que propusieron no convenció a nadie. Los señores de Marvel Studios decidieron nombrar al actor Chris Evans como el próximo Steve Rogers/Capitán América. No se podía creer, era inverosímil. Ese actor ya había trabajado con Marvel Studios en dos películas y hasta había sido protagonista de una. Me refiero a las dos películas de Los Cuatro Fantásticos. Él había interpretado a la antorcha humana y, aparte, en la segunda película (Los cuatro fantásticos y Silver Surfer (2007)) había sido el protagonista, ya que, su personaje gustó mucho en la primera.

Este movimiento de Marvel Studios hizo que la película tuviera cierta notoriedad que hasta el momento no había tenido, pero, por otro lado, dejo entrever que ese estudio estaba dispuesto a hacer lo que fuera con tal de generar una buena recaudación. También quedo claro que las dos películas de Los Cuatro Fantásticos no habían gustado y los productores hicieron el anuncio –casi al mismo tiempo cuando decían que Chris Evans se quedaba con el papel– que habría un nuevo inicio para la franquicia de Fantastic Four.

Ya con el protagonista elegido y presentado comenzó el rodaje de Captain America: The First Avenger. Lo primero que llamó mi atención fueron las fechas de estreno, o sea, el orden en que acomodarían a Thor y Capitán América. En este sentido, habría que aclarar que las productoras y distribuidoras ponen sus “mejores cartas” (en cuanto a posibilidades de recaudación) en el mes de julio; por eso era importante saber quién iba primero y quién después. Para mi sorpresa le dieron fecha de estreno a Capitán América en julio y no sólo eso, lo pusieron (en EUA) una semana después de Harry Potter y las reliquias de la muerte: parte dos. Sin duda, estos movimientos de mercado eran señales de que los involucrados en el proyecto tenían cierta confianza en su producto.

Otro punto a destacar, antes de analizar la película, era observar cómo lograría Marvel Studios posicionar a un superhéroe que, como ya dije, no tenía popularidad en el público promedio y que su relevancia se limitaba (si es que la tenía) a los fans de comics o videojuegos, en donde el personaje, en muchos casos, siempre iba de relleno. Tal vez, los conocedores se molesten al leer estos dichos pero estoy seguro que pocos sabían (o saben), antes de esta película, quién era Steve Rogers, quién era Red Skull o por qué la historia del capitán inicia en la Segunda Guerra Mundial, etc.

Capitán América: El Primer Vengador

Después de ver Iron Man (aceptable), The Incredible Hulk (pobre y anodina), Iron Man 2 (superflua) y Thor (bodrio) daba por hecho a qué me enfrentaría al ver Captain America: The First Avenger, es decir, las anteriores películas habían sido un claro ejemplo de que Marvel Studios se preocupaba más por efectos especiales que por un guión o una dirección sobresaliente. Para ejemplificar, ahí están los guionistas y directores elegidos para las producciones que acabo de citar, nada para llamar la atención.

A diferencia de las otras películas, asistí a la función de Capitán América tratando de saber lo menos posible de la película; aunque mi poca información sobre el comic me daba una idea de lo que vendría en el guión; incluso, saber que después de esta película vendrían Los Vengadores, ya uno se imaginaba cuál iba a ser el final.

La historia del Capitán América, como personaje de comic, siempre estuvo marcada por ser vil propaganda para el reclutamiento de soldados para las distintas guerras que tiene Estados Unidos en su historia. Precisamente por ese aspecto concreto de su nacimiento, el comic de este súper soldado perdió fuerza con el paso de los años, pues, desde su traje hasta su forma de pensar, era un ardid publicitario en busca de patrioterismo. Cabe recordar que otros superhéroes también han perdido fuerza entre el público medio por estar plagados de ideas patrioteras: por ejemplo, Superman defendía, tanto en el comic como en las películas de Richard Donner, “la verdad, la justicia y el modo (o estilo) de vida americano” [también comparten, Superman y el Capitán América, los mismos colores en el uniforme: azul y rojo (colores de la bandera estadounidense)].

La labor del director y el guionista (o guionistas) era lidiar con esta etiqueta que tenía el superhéroe. En particular, la pregunta era ¿qué hacer con esa carga tan evidente de patriotismo? Definitivamente, la opción fácil era hacer otra película en donde se resaltara el espíritu patriotero gringo y que nuevamente salvaran al mundo; otra opción era criticar la construcción de ese símbolo, con fines publicitarios, y, de una vez por todas, quitar el estigma que tenía el personaje. Joe Johnston, director del filme, se decidió por lo primero, pero incrustó en la historia una parte en donde, con ironía y sarcasmo, aborda el asunto de la creación de figuras por parte del gobierno para la recaudación de fondos para la guerra (venta de bonos). Por supuesto, sólo en esa pequeña secuencia del filme se buscó dar una nueva perspectiva al personaje al aceptar que es una construcción simbólica del gobierno estadounidense. Subrayo que, en general, la película se encuadra perfectamente en la reiteración de un guión conocidísimo pero, por lo menos, se aplaude intentar algo diferente o, mejor dicho, algo distinto en la corta vida de Marvel Studios.

Esa parte en específico me recordó una película de Clint Eastwood en donde, con mayor talento y capacidad, se analiza la utilización de imágenes y símbolos para reiterar un sentimiento patriótico y, al mismo tiempo, juntar recursos durante la Segunda Guerra Mundial. La película se llama Flags of Our Fathers [en México, La conquista del honor] (2006).

Al quitar esa secuencia que menciono, el personaje del Capitán América se apega, como ya dije, al guión del superhéroe de antaño: moralmente incorruptible, luchador incansable, abnegado, ingenuo, etc., etc. Los personajes que lo rodean también entran en el cliché: superior que desconfía de sus capacidades, mujer guapa que al principio lo ignora, amigo del alma que lo quiere a pesar de todo, enemigo que tiene un plan para acabar con el mundo, etc. etc.

Me parece prudente hablar del trabajo actoral: 1) Chris Evans: desde su elección fue criticado y creo que su desempeño no fue tan malo como se esperaba, pues, hacer cara de idiota durante la primera parte del filme si le salió bien, en la segunda parte ya no sostuvo al personaje porque no transmite ese liderazgo que tiene el Capitán América; 2) Hayley Atwell: uno de los tantos descubrimientos que tiene Woody Allen es esta actriz que tuvo su primer protagónico en Cassandra´s Dream; lamentablemente, su personaje Peggy Carter estaba escrito con las patas desde el guión y termino siendo la “chica guapa” anodina de la historia; 3) Tommy Lee Jones: como otros actores reconocidos que han trabajado para Marvel Studios (Mickey Rourke y Anthony Hopkins), el señor cobró y se fue del foro; no obstante, a él si le dieron dos o tres diálogos para lucirse; 4) Hugo Weaving: deje al final a este actor porque me decepcionó muchísimo, no puedo creer la interpretación que hizo de Red Skull, en verdad, que el director no se dio cuenta que su actor ni siquiera pudo sacar en una escena el acento alemán que le pedían; desde el acento ya no avanzo su actuación, se perdió y nunca pudo levantar ni provocar algún aspecto tétrico de su personaje.

Por otro lado, algo que pensé al salir de la sala fue que todo el presupuesto se fue con Capitán América y las migajas se fueron para Thor (ahora entiendo el pueblo de cuatro por cuatro que tenía esa película). Los efectos especiales no sólo se limitan a batallas o grandes escenarios (que si los tiene) si no van más allá, pues, es de resaltarse la caracterización que tiene el actor principal para parecer enclenque y debilucho; también, el maquillaje para Red Skull es otro acierto (aunque el actor no ayudo mucho pero bueno). La ambientación de la época, tanto en diseño, vestuario como en escenografía, se ve un trabajo adecuado.

Para finalizar, (y recordando lo que puse en mi entrada de X-men: First Class) apreció que el director y los guionistas no hayan caído en quimeras históricas. Entienden que la historia del Capitán América ocurre en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y por eso recurren a personajes, grupos y situaciones históricas concretas, pero, al mismo tiempo, crean una historia aparte y paralela. Por ejemplo, la organización que está detrás de todo el asunto no son los nazis (en particular) sino un departamento de investigación (ficticio) llamado “Hydra”. Es decir, respetan los hechos históricos y no andan inventando sandeces como que su personaje modificó algún aspecto de la historia.

En resumen, la película Capitán America: El Primer Vengador es una reiteración de ese guión del superhéroe tradicional que ya se conoce y que le gusta al gran público –claro, a excepción de la escena en donde se crítica, con ironía, la utilización de la figura del Capitán América–. Por lo menos, Marvel Studios puede presumir que tiene dos películas rescatables, Iron Man (2008) y ésta.