lunes, 2 de mayo de 2011

“Thor” (2011) de Kenneth Branagh


UN POCO DE HISTORIA

En Iron Man 2 (2010), después de los créditos, venía una escena de Thor. En ésta se podía observar un automóvil que llegaba a algún lugar de Nuevo México –así lo indicaban las placas– y se detenía frente a un gran cráter. De él bajaba el Agente Phil Coulson (integrante de S.H.I.E.L.D.) que sacaba su celular y mencionaba a un misterioso interlocutor: “señor, lo encontramos”. El Agente se refería, ni más ni menos, al martillo de Thor.

Toda esta historia empezó en el año 2008. En ese año se estrenaron Iron Man y The Incredible Hulk y con ello surgió el proyecto The Avengers [Los Vengadores] (2012). A partir de ese momento, en adelante, todas las películas tendrían una escena final que haría referencia al siguiente filme de la productora Marvel Studios ó al “gran proyecto” donde estarían todos los superhéroes.

Antes del año 2008 ya se había hablado de Los Vengadores y se habían programado menciones a ésta en películas como X-Men (2000) de Bryan Singer, Spider-Man (2002) de Sam Raimi y Hulk (2003) de Ang Lee. La idea no fructificó, pues, no interesó el proyecto a la productora ni a los directores antes mencionados. Cabe destacar que los tres directores habían sido contratados, según los rumores, para hacer tres películas de cada uno de sus superhéroes. La recaudación en taquilla sólo permitió que uno lo lograra, Sam Raimi; los casos de Bryan Singer y Ang Lee fueron distintos, pues, al primero sólo le permitieron hacer dos y al tercero –que fue un fiasco su versión de Hulk– sólo una.

Los fracasos en taquilla y en crítica de Daredevil (2003), Elektra (2005), Fantastic Four (2005), X-Men: The Last Stand (2006) (dirigida por Brett Ratner [en sustitución de Bryan Singer]), Fantastic Four. Rise of the Silver Surfer (2007), Ghost Rider (2007) y –el último clavo del ataúd– Spider-Man 3 (2007) fueron motivo suficiente para cambiar la estrategia de Marvel Studios. La inversión en estas superproducciones, como ya mencioné, no se reflejó en taquilla ni en crítica, por lo cual, decidieron reiniciar ó matar varias de estas franquicias. Por ejemplo, reiniciaron Spider-man, Daredevil, Hulk y X-Men y mataron a Fantastic Four. El siguiente paso fue preparar Iron Man y The Incredible Hulk (ya sin Ang Lee y con un nuevo título) pero, ahora sí, con la mira puesta en Los Vengadores.

A pesar de lo que se diga de Ang Lee, Sam Raimi y Bryan Singer, y antes de que entraran a proyectos de superhéroes, estos directores ya habían tenido algún trabajo a destacar. Sólo por mencionar un trabajo de cada uno: The Usual Suspects [Sospechosos Comunes] (1995) de Bryan Singer, Wo hu cang long [El tigre y el dragón] (2000) de Ang Lee y The Evil Dead (1981) de Sam Raimi. Insisto, gustará o no su trabajo, pero, por lo menos, tenían una carrera en el cine y eran congruentes con su idea para filmar y dirigir. Después de ellos, Marvel Studios contrató a directores que venían de la televisión y, en su mayoría, con trabajos mediocres (o nulos) en cine. Decidieron invertir en efectos especiales, en grandes locaciones, en actores y en publicidad; en guionistas y directores decidieron que no, pues, para Marvel Studios no son importantes (y lo han demostrado con creces).

La primera señal, de que esta forma de pensar no llevaría a nada (cinematográficamente hablando, pues, económicamente es diferente), la dio el actor Edward Norton. Él fue el primero en mencionar que el director no tenía (ni tiene) control sobre los filmes de Marvel Studios. Según él, el productor es el encargado de decidir qué escenas se quedan en la edición y qué escenas son cortadas, cuánto debe durar la película, qué cambios repentinos hay en el guión y lo que se acumule. Incluso Edward Norton (que protagonizó The Incredible Hulk), al ver tanta pasividad del director, quiso intervenir en la dirección y lo dejaron; pero, en la edición final, no incluyeron ninguna de sus ideas. No por nada, Norton está fuera del proyecto Los Vengadores y por hacer estas declaraciones Marvel Studios no lo quiere ver ni en pintura.

Si la experiencia fue tan mala con The Incredible Hulk, por qué no había sucedido lo mismo con Iron Man. Tanto Jon Favreau –director del filme– como Robert Downey Jr. –protagonista– desmintieron a Edward Norton y dijeron que tal injerencia del estudio no era cierta. Sin embargo, los hechos desmintieron, no a Norton, sino, a Favreau. Al finalizar el rodaje de Iron Man 2, Marvel Studios se reunió con el director y le mencionaron que ya tenían al elenco y al guionista para Iron Man 3 (2013), es decir, le dijeron que ya habían hecho su trabajo y que él sólo dirigiría lo que le indicaran. A pesar de ser un director mediocre, Jon Favreau tuvo dignidad y decidió abandonar tanto su actuación en Los Vengadores como su futura dirección de Iron Man 3.

Estos casos se repiten una y otra vez en Marvel Studios desde la llegada a la presidencia de un tal Kevin Feige. Este sujeto al parecer tiene el control total de la edición final de cada cinta; sin contar que ahora Walt Disney compró Marvel Entertainment (que incluye Marvel Studios, Marvel Comics y otras). Imagínense los filtros por los que deberán pasar todas las películas de esta casa productora. Supongo que por esos filtros ya pasó Thor porque se nota.

THOR: “EL DIOS DEL TRUENO” Ó “EL PODEROSO VENGADOR”.

La primera pregunta que nos hacíamos los seguidores de este tipo de películas era: ¿quién interpretaría a Thor? No era sencilla la elección, pues, Robert Downey Jr. había sido elegido para interpretar el papel de Tony Stark y Iron Man; Edward Norton había sido elegido para interpretar a Bruce Banner y Hulk. Como sea, ambos actores tenían grandes actuaciones en su carrera, al primero se le recordaba por Chaplin (1992) y al segundo por American History X (1998).

Cuando Marvel Studios declaró que Chris Hemsworth era el encargado de llevar el traje de Thor varios se quedaron pensando quién era ese tipo. Yo recordaba, de alguna película, ese nombre, pero acepto que tuve que revisar su filmografía. Y recordé: él salió en una de mis recientes películas favoritas, Star Trek (2009) del director J.J. Abrams. Interpretaba al papá de James Tiberius Kirk, capitán del Enterprise, y puedo decir que lo hizo magistralmente, incluso me atrevo a aseverar que la escena en donde aparece, que es la primera del filme, es lo mejor de la cinta. Con esos antecedentes decidí darle el beneficio de la duda a este actor.

El director, como aludí arriba, es lo que menos importa para Marvel Studios y precisamente por eso fue lo último que anunciaron. Kenneth Branagh fue el esclavo elegido, perdón, el director elegido para Thor. Su último trabajo, sin duda a resaltar, fue Sleuth (2007) –segunda adaptación cinematográfica de la obra teatral de Anthony Shaffer [que en días recientes hicieron Daniel Giménez Cacho y José María Yazpik] – y que resaltó por el duelo actoral que tenían a cuadro Jude Law y Michael Cain. No obstante esta película, sus recientes trabajos eran de regulares a malos. Tal vez, una película de superhéroes sería la oportunidad que este cineasta necesitaba para regresar al medio y presentar un trabajo que le devolviera el reconocimiento que logró por Henry V (1989); pero, lamentablemente, no fue así.

En realidad, siendo honesto, se supo poco o muy poco del rodaje de Thor. Cobró cierta importancia cuando se filtró que en el elenco estaban Natalie Portman y Anthony Hopkins; en México, Adriana Barraza (actriz sobrevalorada) dio la nota cuando dijo en una entrevista que estaba filmando Thor. Lo interesante recaía –según lo platiqué en algún momento– en cómo haría Marvel Studios para revivir a Thor, pues, poco o nada se había hecho de este superhéroe en los años recientes, tanto en TV, comics y, mucho menos, en cine. Ya nadie se acordaba de Thor.

Otra vez, como lo hizo con las dos anteriores de Iron Man, la distribuidora Paramount Pictures aprovechó el famoso “Día del Niño” y estrenó Thor el viernes 29 de Abril. También, como ya es costumbre, salió en versiones subtituladas y dobladas al español, así como salas en tercera dimensión y en IMAX 3D.

La película no sé si me defraudo ó confirmó todo lo que venía pensado sobre Marvel Studios y el proyecto de Los Vengadores. Antes me detengo en la película:

La historia de Thor se basa, supuestamente, en la mitología nórdica. Al principio del filme hacen referencia a esta base, pero se enfocan al padre de Thor, Odín, que lucha contra unos seres de hielo que logra vencer quitándoles su fuente de poder. Enseguida, hay una escena minúscula de la infancia de Thor, en donde todos tenemos que entender porque Thor será rebelde, intrépido, valiente y bravucón. Repito, la escena dura 2 minutos e intentan explicar todo; incluso hasta porque le tiene envidia su hermano Loki.

Años después, en la coronación de Thor como rey de Asgard, irrumpen varios seres de hielo que Odín había derrotado en el pasado. Son destruidos, sin embargo, lograron arruinar el momento de Thor al mostrarlo como un valentón que no mide las consecuencias. A partir de aquí se desatan eventos que mandan a Thor a la Tierra y provocarán un enfrentamiento final con su hermano Loki.

De lo poco que recuerdo de la caricatura de Thor, que es mi única referencia, nada de esto se parece. Por ejemplo, si no me equivoco, Thor vive en la Tierra con una identidad secreta y, lo más importante, su hermano Loki es su archirrival. Me dirán que en lo de Loki si se parece, pero no, el personaje de la película está construido con las na.., patas, y al individuo que eligieron para que lo interpretara (ya que no lo puedo llamar actor) es pésimo. No hay duda que las actuaciones en esta película no estuvieron al mínimo nivel que se esperaba, empero, el guión y la edición se nota que pasaron por un tratamiento de corta y pega pero en detrimento de la historia.

La película dura, aproximadamente, 114 minutos, por lo cual, al detectar los hoyos que hay en la narración y los nulos puntos dramáticos supongo que el director presentó una película de más de 120 minutos. Pero alguien, tal vez el productor, le dijo que la recortara a dos horas o menos. El resultado es una cinta mal editada, mal narrada y mal ejecutada. Por otro lado, el director (si es que en algún momento tuvo decisión en algo) presentó una historia que va de más a menos, es decir, el inicio es adecuado porque presenta un gran drama entre padre e hijo y unos villanos de hielo que si dan escalofrió, pero, al avanzar la historia, se olvida de esto y nos ubica en un aprendizaje que tiene el héroe -que nunca vemos cómo lo logró- y un duelo entre hermanos que se saca de la chistera. Sin mencionar que su guión se pierde y ocurren situaciones ilógicas, así como decisiones de sus personajes que iluminan su pésima construcción de éstos.

Como ya mencioné, el sujeto elegido para Loki, Tom Hiddleston, no logra en ningún momento interpretar nada y creo que una silla hubiera hecho mejor su papel; también dije arriba que Thor era un superhéroe, por llamarlo de una forma, un poco gris, pues, Chris Hemsworth no ayuda mucho, tanto su actuación como el personaje se quedaron en lo mismo que ya eran, grises, muy grises; en este sentido, se vuelve una constante que actores reconocidos sólo acudan a cobrar y se vayan del set sin hacer nada, eso pasó con Natalie Portman y Anthony Hopkins que su mejor actuación la hicieron al recibir su cheque.

Cerca de concluir este texto, me gustaría retomar lo que decía sobre si me defraudo la película o si confirmé lo que pensaba sobre el proyecto de Los Vengadores. Estaría bien recordar que, cuando surgió el proyecto de Los Vengadores, DC Comics (la otra productora de superhéroes) puso en la mesa el proyecto de La Liga de la Justicia. El panorama no era adecuado porque Superman Returns (2006) de Bryan Singer había sido un fracaso monumental; aunque, los ejecutivos quisieron colgarse del éxito de Batman Begins (2005) y The Dark Knight (2008) ambas dirigidas por Christopher Nolan. Elucubraron un plan en el que, según ellos, se reiniciaría Superman, se haría una película de Green Lantern y, por último, se realizaría una tercera película de Batman para que las tres historias se unieran y así surgiera La liga de la justicia.

Christopher Nolan, que es un director que ha revolucionado las películas basadas en comics, les dijo: "no". Sus razones eran validas, pues, alegó que sujetar las historias a una gran historia perjudicaría la creatividad de guionistas y directores al tener que someterse a contar una historia dentro de otra. En pocas palabras, mezclar universos no le parecía a Nolan lo más indicado para los filmes futuros de la empresa. Afortunadamente lo escucharon y no se hará La liga de la justicia; bueno, en realidad, si se hará pero dentro de muchos años.

Nolan tiene mucha razón, según lo veo, pues el ejemplo, de que hacer eso es un error, está en Los Vengadores. La historia de Thor se habría desarrollado mejor, creo, si no se hubiera sometido al guionista y al director a hacer referencias forzadas a Los Vengadores. Puedo aseverar que estaban más preocupados en hablar de eso que de contar una historia de Thor. Me pregunto cómo puede trabajar un director con la mitad del elenco elegido y con el guión escrito y aprobado. Y estoy seguro que a Captain America: The Firts Avenger [Capitán América: El Primer Vengador] (2011) de Joe Johnston le sucederá lo mismo.

En conclusión pienso que la película sí me decepcionó y sí confirmé todo lo que creía de Marvel Studios. Su “gran proyecto” de Los Vengadores recaudará millones de dólares por el mundo –de eso no tengo duda–, sin embargo, su aportación a la historia del cine, a la reflexión filosófica de la figura del héroe y a las cintas de superhéroes será pobre y estúpida. Por eso, mejor enfoquémonos en DC Comics y en Christopher Nolan que si tienen algo que decir.

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